"¡Me aburrí!" -dijo el cervatillo- se amarró muy bien sus alas.
Por primera vez sintió vértigo y una brisa tan fría por su vientre.
Dios y Darwin chocaron sus cabezas.
"¡No puede ser!" -exclamaron-.
...Los ciervos ya estaban buscando su propio CIELO...
hay cosas que me llenan los ojos de lágrimas,
ResponderEliminarcomo cierta canción.