Si alguna vez llegamos a tener sexo, me va a encantar. Pero yo ya estoy embarazada de usted. De sus miradas, de los suspiros que no se atreve a emitir, de las lágrimas que no se anima a dejar rodar, de los silencios que usted se empeña en no oir.
Valery, Las aventuras de Dios.
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